Con una apuesta clara, desde hace más de 20 años, por la total trazabilidad de sus tapones, Gruart La Mancha es una empresa en constante evolución, siempre con el objetivo de ofrecer a sus clientes un producto cada vez más seguro.
Entre sus procesos de mejora continua se encuentran la eliminación de pirazinas, el aumento del tiempo de cocido del corcho o la realización sistemática de un
triple lavado extractivo para reducir los taninos y polifenoles. Lugar destacado entre sus últimos avances ocupa el proceso “1 a 1”, sistema mediante el cual se retiran, no sólo los tapones que tengan cualquier rastro de TCA, sino también aquellos con cualquier aroma distinto que, a la postre, pudiesen ser los precursores de las desagradables y temidas desviaciones aromáticas en el vino.